Alejandro Casona es el seudónimo de Alejandro Rodríguez Álvarez. Fue actor, maestro, inspector de enseñanza, escritor y dramaturgo. Nació en Besullo, actualmente, Cangas de Narcea (Asturias), el 1903 y falleció en Madrid el 1965. Escribió guiones para el cine y adaptó obras literarias.
Pasó gran parte de su vida en el exilio, sobre todo, en Buenos Aires, donde estrenó la mayoría de sus obras. Fue un autor de gran éxito de público y sus obras han sido traducidas a diversas lenguas y representadas en gran cantidad de países. Ganó el premio Lope de Vega, de teatro, y el Premio Nacional de Literatura.
Es, sin duda, uno de los dramaturgos españoles más importantes del siglo XX.
Casona ha dicho de sí mismo:
“El primer libro serio, que me deslumbró, fue La vida es sueño, de Calderón de la Barca, que tenía mi padre en una vieja edición. La guardaba como un tesoro, con miedo a que sus hijos la alcanzáramos. Aquel libro me daba la sensación de que debía tener algo prohibido, algo extraño; pero no tenía nada de prohibido. Era, sencillamente, una buena edición que no quería que tocáramos.”
“Entonces vi teatro por primera vez. Y eso me intranquilizó de un modo terrible, hasta el extremo de que no pude dormir. Había descubierto algo sensacional, un mundo maravilloso, [...] aquello me parecía mejor que ningún libro de cuentos, mejor que ninguna novela, mejor que nada de lo que había visto en mi vida hasta aquel momento. No había podido ni soñar el descubrimiento del teatro.”
“Aquel panorama me hizo renunciar un poco a la idea de estrenar. Entonces se me ocurrió enviar la comedia a un catalán que tenía el Teatro Intimo de Barcelona, llamado Adrián Gual [...] Este hombre me escribió inmediatamente y su carta me deslumbró. Me decía en ella que había que estrenar la comedia fuera como fuera.”
“Tengo que escribir paseándome, saliendo por los jardines y caminando entre pinares, entre árboles que huelan. Así suelen producirse en mí las ideas para una comedia. Después, lo que se llama escribir no me cuesta ningún trabajo. Lo que me cuesta es concebir el tema, enamorarme de él. ”
“Los críticos todos hablan de mi influencia astur. Hay una interferencia constante del sueño y de la fantasía, de la ternura, de la poesía, del humor, del paisaje de lejanía, de la extrañeza del descubrimiento. Todo lo cual está muy dentro del espíritu de Asturias.”
“Ya conocía a los autores jóvenes españoles. Lo que no había visto era la puesta en escena, porque el teatro no es una literatura fundamentalmente. No es el libro lo que me interesa únicamente, sino eso puesto en pie, con luces, con dirección, con la actriz, con el actor, con el público. Ahí está lo fundamental. La gran aventura del teatro es la muchedumbre.”
Fragmentos recopilados por Lia Besson