Literatura


 
El perro del hortelano
     
 
 

Portada de las Comedias de Lope de VegaArgumento de la obra de Lope de Vega: Diana, la Condesa de Belflor, se siente atraída por su secretario, Teodoro, pero no quiere ceder a sus sentimientos amorosos porque éste pertenece a una clase social inferior. Diana desdeña a Teodoro pero no soporta que éste pueda tener relaciones con otra mujer. Finalmente, convencerán a la joven de la utencididad de su amor.


Acto I: Diana le muestra a Teodoro un soneto con la excusa de que es un texto escrito por una amiga suya. Mediante el texto Diana le está confesando cómo se siente ella misma.

 

DIANA
Hame dicho cierta amiga
que desconfía de sí
que el papel que traigo aquí
le escriba. A hacerlo me obliga
la amistad, aunque yo ignoro,
Teodoro, cosas de amor;
y que le escribas mejor
vengo a decirte, Teodoro.
Toma y léele.


     

TEODORO
Si aquí,
señora, has puesto la mano,
igualarle fuera en vano,
y fuera soberbia en mí.
Sin verle, pedirte quiero
que a esa señora le envíes.

 

DIANA
Léele.


     

TEODORO
Que desconfíes
me espanto: aprender espero
estilo que yo no sé;
que jamás traté de amor.


 

DIANA
¿Jamás, jamás?

     

TEODORO
Con temor
de mis defetos, no amé;
que soy muy desconfïado.


 

DIANA
Y se puede conocer
de que no te dejas ver,
pues que te vas rebozado.


     

TEODORO
¡Yo, señora! ¿Cuándo o cómo?

 

DIANA
Dijéronme que salió
anoche acaso, y te vio
rebozado el mayordomo.


     

TEODORO
Andaríamos burlando
Fabio y yo, como solemos,
que mil burlas nos hacemos.

 

DIANA
Lee, lee.

     

TEODORO
Estoy pensando
que tengo algún envidioso.


 

DIANA
Celoso podría ser.
Lee, lee.

Diana y Teodoro
     

TEODORO
Quiero ver
ese ingenio milagroso. (Lee)
"Amar por ver amar, envidia ha sido;
y primero que amar estar celosa
es invención de amor maravillosa,
y que por imposible se ha tenido.
De los celos mi amor ha procedido
por pesarme que, siendo más hermosa,
no fuese en ser amada tan dichosa,
que hubiese lo que envidio merecido.
Estoy sin ocasión desconfïada,
celosa sin amor, aunque sintiendo:
debo de amar, pues quiero ser amada.
Ni me dejo forzar ni me defiendo;
darme quiero a entender sin decir nada:
entiéndame quien puede; yo me entiendo."


 

DIANA
¿Qué dices?


     

TEODORO
Que si esto es
a propósito del dueño,
no he visto cosa mejor;
mas confieso que no entiendo
cómo puede ser que amor
venga a nacer de los celos,
pues que siempre fue su padre.


 

DIANA
Porque esta dama, sospecho
que se agradaba de ver
este galán, sin deseo;
y viéndole ya empleado
en otro amor, con los celos
vino a amar y a desear.
¿Puede ser?


     

TEODORO
Yo lo concedo;
mas ya esos celos, señora,
de algún principio nacieron,
y ése fue amor; que la causa
no nace de los efectos,
sino los efectos de ella.


 

DIANA
No sé, Teodoro: esto siento
de esta dama, pues me dijo
que nunca al tal caballero
tuvo más que inclinación,
y en viéndole amar, salieron
al camino de su honor
mil salteadores deseos,
que le han desnudado el alma
del honesto pensamiento
con que pensaba vivir.


     

TEODORO
Muy lindo papel has hecho:
yo no me atrevo a igualarle.


 

DIANA
Entra y prueba.


     

TEODORO
Vuseñoría con esto
quiere probar mi ignorancia.


 

DIANA
Aquí aguardo: vuelve luego.


     

TEODORO
Yo voy.


 

DIANA
Haz esto, por vida mía.

      (Vase TEODORO)

 
 
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Lorenzo Collado Amores y seductores Teatro