Ella misma nos describe su infancia y juventud:
A los tres años ya sabía leer
Y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
Alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
Y a los catorce me pilló la guerra;
A los quince se murió mi madre,
se fue cuando más falta me hacía.
Aprendí a regatear en las tiendas
Y a ir a los pueblos por zanahorias.
Por entonces empecé con los amores,
-no digo nombres-,
gracias a eso, pude sobrellevar
mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
Pero me detuvieron a mitad del camino.
Luego me sali una oficina,
Donde trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches
Y voy al campo mucho.
En 1961, tras haber publicado seis libros de poesía, recibe una beca en la Universidad de Buchnell, Pennsylvania, donde impartirá clases de literatura española. Desde entonces su actividad creadora se intensifica y pronto puede dedicarse por entero a la escritura, gracias a la Beca March de Literatura Infantil, que se le conceden en el año 1975.
Gloria Fuertes ha sido fiel a su vocación literaria hasta su muerte, ocurrida el 27 de noviembre de 1998 en Madrid.