El pueblo sombrío es la decimocuarta novela de Lucía Baquedano. Recibió el premio CCEI a la mejor novela juvenil en 2002.
La historia trata el problema del terrorismo sin atender a razonamientos políticos o ideológicos de ningún tipo. La trama se centra, más bien, en explorar las consecuencias que el terrorismo ejerce y ejerció sobre la realidad presente y pasada de los protagonistas.
Isabel estudia enfermería en Madrid. Llega el verano y tras su fracaso en los estudios se recluye en su casa natal, en un pequeño pueblo del Pirineo navarro. Este retorno a los orígenes la lleva a revisar y a redescubrir importantes aspectos de su vida pasada, algunos olvidados, otros desapercibidos… y todos ellos con un enorme trascendencia en su cotidianeidad.
Por un lado está la relación con su padre, y por otro, su extraña relación con Daniel, el cuadro se completa con la presencia de un personaje tan gris como Guillermo, el nuevo y jovencísimo médico del pueblo de quien nadie sabe absolutamente nada.
En su periplo emocional por los rincones de Izar Alto e Izar Bajo (el pueblo sombrío del título, agrupación de caserones abandonados con iglesia, cementerio y un terrible secreto custodiado entre sus ruinas), Isabel se dará de bruces con el horror, pero también con la belleza, siguiendo un camino de re-conocimiento marcado por trágicos hechos pasados y actuales que impactaron e impactarán sobre su vida.
Si el terrorismo es la utilización de estrategias violentas y coercitivas para aterrorizar a sociedades y gobiernos, El pueblo sombrío ahonda en las repercusiones de este terror sobre los miembros individuales de la sociedad.