¿Por qué esta tarde la multitud se congrega en la
plaza de la aldea? Ya han terminado las tareas cotidianas, y la
gente quiere divertirse. Subido a un sencillo escenario, el
juglar, acompañado por unos músicos, se dispone
a cantar o recitar uno de sus cantares
de gesta.
El público siempre escucha con atención los relatos
de las hazañas de sus héroes favoritos. Al compás
de la música, los versos del juglar invitan a imaginar
las batallas y el triunfo final del Cid
Campeador, el traicionero asesinato de un rey cuando asediaba
la ciudad de Zamora, las aventuras del conde Fernán
González, que logró la independencia de Castilla,
o la horrorosa venganza sufrida por siete hermanos.
Los juglares conocían los cantares difundidos por los
juglares europeos, como el francés Cantar
de Roldán, y, aunque quizás nunca habían
oído hablar de las aventuras del astuto Ulises, seguían
el oficio de Homero, el más grande poeta de la Antigüedad.