A. Cuando doble su volumen, la extiendes sobre una superficie enharinada con un rodillo. Puedes darle forma redonda o cuadrada, y dejarle el grosor que más te guste, si la quieres crujiente (fina) o esponjosa (gruesa).
B. Decórala con unas aceitunas negras y orégano.
C. Ponla en un recipiente untado con aceite, cúbrelo con un paño húmedo y cerca de alguna fuente de calor indirecto.
D. Precalienta el horno a 180 grados C. Introdúcela de 15 a 20 minutos, hasta que empiece a dorarse. Y... ¡Buen provecho!
E. Haz un volcán con la harina y pon en el centro la levadura disuelta con el agua tibia, la sal y el aceite. Amasa con las manos hasta que queden ligados todos los ingredientes.
F. Píntala con aceite y pincha con un tenedor toda la superficie. Cúbrela con el tomate frito. Añade encima las verduras variadas y el queso.