“De un rincón de la cueva del jefe salió Mila, se acercó a su padre y me miró con sus ojos negros. Su voz nos asombró a todos:
-Yo amo al valiente Bar.
Sentí que el corazón me daba un salto.”

“Muchas veces volvió Ut al lago y siguió haciendo vasijas y cazuelas, que luego adornaba con cuerdas trenzadas y piedrecitas de colores.”

“Todos los días, Ut acompañó a Fel a cazar, aunque sólo el joven jefe disparaba sus flechas. A veces le miraba y le invitaba a tirar un blanco seguro, pero Ut nunca aceptaba. Fel no podía comprender sus escrúpulos.”

“ -Ut, ¿Qué debo hacer?
-Olvidaos los dos de vuestras ofensas y rencores. Vuestra muerte no volvería a la vida a Ur-Boa, mi padre, ni hará que Mila vuelva con el jefe de Luza, y puede ser la causa de la muerte de muchas personas inocentes. Hay que evitar esta guerra.”

“-Ut, yo también deseo evitarla, pero no veo el modo de hacerlo.
-Fel, yo te ruego, por nuestra amistad, que me dejes arreglar esto a mi manera.
-De acuerdo. Nunca he creído justa esta guerra.”