La pasta de extravío borraba para siempre de la mente ciertos recuerdos
El extravío se bebía como si fuera un refresco
Era un polvo que se inspiraba por la nariz y hacía estonudar
La Dama Elegida lo repartía a sus damas como caramelos
La pasta de extravío te hace agujeros en la memoria y te
borra los recuerdos para siempre
Mascar pasta de extravío dejaba los dientes blancos
Las que no eran Damas podían tomar extravío en polvo
Las damas forcejeaban, se tiraban de los pelos, se daban patadas,
todo por acercarse al salerito de extravío
Solo la Dama Elegida fumaba extravío
Cuando tomas extravío, todo te parece bien
Las Mujeres y las sirvientas, los Soldados Amarillos y los fogoneros,
los artesanos y los jardineros... tenían su salerito de extravío
La pasta era más dulce y mejor que el polvo de extravío
El polvo hacía distraido y olvidadizo a quien lo consumía, sólo
mientras duraba su efecto
Los que no tenían derecho a fumar o aspirar polvo mascaban la
pasta incesantemente
Mascar pasta era signo de distinción
El extravío se obtenía del pozo negro
Tanto el polvo como la pasta tranquilizaban y relajaban, además
de quitar el apetito, a quien los tomaba