Leer y descubrir

Don Quijote en Barcelona

Miguel de Cervantes


    Primera parte: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605)

      Don Quijote leyendo libros de caballerías. Ilustración Gustav Doré

    • Con el célebre "En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo..." se inicia el primer capítulo; en él se ofrecen los datos principales sobre nuestro héroe y sobre el motivo que dará origen a sus andanzas.

    • Nuestro héroe deja su casa en busca de aventuras, se hace armar caballero, ayuda a un mozo que está siendo apaleado y acaba luego apaleado él mismo por unos mercaderes. Un vecino lo encuentra y lo devuelve a su aldea, donde sus amigos, el cura y el barbero, convencidos de que la causa de la locura de don Quijote es la lectura de los libros de caballerías, deciden quemarlos; muy pocos se salvan de la quema, entre ellos, Amadís de Gaula y Tirant lo Blanc.

    • Pero don Quijote no sana y decide salir por segunda vez en busca de aventuras, para ello le pide a un labrador, Sancho Panza, que le acompañe como escudero ofreciéndole un futuro de poder y riqueza, y éste acepta. Los dos, el caballero montando al flaco Rocinante y el escudero a su asno, parten de la aldea en busca de aventuras y de fortuna. Tras la famosa aventura de los molinos de viento (que don Quijote cree gigantes), que acaba, como ya empieza a ser habitual, con el caballero derrotado y molido a palos, don Quijote se enfrenta a un susceptible vizcaíno. Se suceden nuevas aventuras y otras historias en que caballero y escudero quedan en segundo plano, como la historia de Marcela y Grisóstomo, el encuentro de los dos ejércitos (que en realidad son dos rebaños), la cómica aventura de los batanes, el robo del yelmo de Mambrino (que, en lugar de un casco, no es más que la bacía de un pobre barbero), la liberación de unos delincuentes condenados a galeras, el robo del asno de Sancho a manos de uno de ellos, Ginés de Pasamonte, la historia de Cardenio y Dorotea, la penitencia del caballero en Sierra Morena, la estratagema para engañar a don Quijote y hacerle volver a su aldea... Finalmente, don Quijote regresa a su casa y queda al cuidado del ama y la sobrina.

      Ilustración Gustav Doré

    Segunda parte: El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615)

    • Tras el prólogo, en que Cervantes anuncia ya su intención de vengarse de Avellaneda, volvemos a encontrar a nuestro caballero aún dominado por su particular obsesión; lo visitan Sancho y un estudiante, el bachiller Sansón Carrasco, quien le informa de que se han publicado sus aventuras, y que su historia anda en conocimiento de todos, pues "los niños la manosean, los mozos la leen, los hombres la entienden y los viejos la celebran".

      ¡Bien sea venido la flor y la nata de los caballeros andantes!. Ilustración Gustav Doré

    • Tras la divertida y curiosa charla de Sancho con su mujer, y el fallido intento del ama y la sobrina de evitar la nueva partida de don Quijote, este vuelve a salir en busca de aventuras, por tercera vez. Amo y escudero viven otra serie de curiosas aventuras hasta que, cuando se dirigen a Zaragoza, se encuentran con unos duques; a partir de ese momento, se da inicio a una serie de aventuras que tienen como marco una corte principesca; en realidad, los duques, que han leído la primera parte y reconocen al famoso dúo, utilizan su poder para ofrecer al caballero y a su escudero un ambiente caballeresco totalmente fingido, y así entretenerse riéndose de ellos. Los momentos más intensos de todo el episodio de los duques son el burlesco y fantástico viaje a lomos de Clavileño, un caballo de madera, y el gobierno de Sancho en la ínsula Barataria (por fin se hace realidad la promesa de don Quijote a su escudero..., aunque se trata de una burla más a cargo de los duques, entre otras cosas porque ¡no hay "islas" en medio de Aragón!).

    • Ya en el capítulo LIX, escuchan una interesante conversación en la venta donde se han instalado para pasar la noche. Esa conversación gira en torno a algo que cambió radicalmente la historia del Quijote y del mismo Cervantes, algo que, de escaso valor por sí mismo, acabaría por convertirse en un elemento de vital importancia en la historia de la literatura: el Quijote de Avellaneda.

      El Quijote en pictogramas para los más pequeños